El día de mi cumpleaños alcancé la impresionante cifra de
10.000 pitillos no fumados desde aquel lejano 11 de diciembre de 2011 en el que conseguí dejarlo. Y ahí no
queda eso, sino que en este blog también pasan ya de las 10.000 visitas. Todo un
éxito, bueno, casi, porque me cuentan las estadísticas que la gran mayoría de
las visitas que recibo son de los EEUU, lo cual y puestos a analizar, significa
que entran en el blog por pura casualidad dando a la flechita de siguiente
blog. Ciertamente los comentarios a mis entradas son tan escasos que prefiero
no pensar en ello.
Y no pienso en ello y sigo intentando crearme (y creérmelo) una
vida apasionante para contarla por aquí aunque sea a golpe de fotografías y algún cuento, y soltándolo aquí con
toda la relevancia que eso tiene, que este blog es público (jajaja).
Tan pocos son ya los momentos espectaculares de mi vida que
convierto un encuadre o una mezcla de colores en algo excepcional y voy y le
hago la foto, y lo mejor de todo es que durante unos instantes ese descubrir
algo que me hace buscar el móvil para tomar la foto, me siento realmente bien y
lleno de vida, de inquietud, de ganas.
A finales del año pasado me compré un calendario
meteorológico. Cada día del nuevo año debería ir pintando una de sus 365 hojas con un color
determinado, dependiendo de si había llovido, nevado, hecho sol, estuviera
nublado, etc. La idea me encantó, pero no llegué a sacar el calendario de la funda y ahí se
ha quedado quizá para el año que viene. Lo que sí sucedió es que eso dio pie a que
me propusiese hacer una foto diaria y ya ha llegado la hora de poner las del
primer mes. Con la vida esta que llevo, de casa al trabajo y del trabajo a casa
es una tristeza cuando las ves y te das cuenta de que, joder, la foto de hoy es
igualita que la del martes de la semana pasada.
He aquí pues mis primeros 31 días del año.
día uno, una de las múltiples vistas desde una ventana de casa
el día 2, esperando el metro.
dia 3 primeros rayos de sol, camino del trabajo.
el día 4 heló.
el 5 estuve currando un poco desde casa.
el día 6 lucía el sol en la terraza de una amiga.
el día 7 la niebla, a este paso puedo ir coloreando las hojas del arbol meteorológico jejeje
salgo de casa el día 8
el día 9 descubro nueva gente que hace virguerías, simples, geniales...
llega el 10 con más niebla en mi ventana
el 11 me encuentro con el violinista del metro, descalzo toca mucho mejor.
el día 12 flipo con mis vecinos felinos
y el 13 sigo flipando con el caleidoscopio
el 14 que es mi cumple, me pongo serio y voy al gimnasio
amaneciendo el día 15, los aviones no duermen
día 16 de enero, gris y neblinoso, me flipan los desnudos entramados de las ramas, se nota
el 17 a trabajar otra vez. el sol doraba esa escultura de aluche
cuánto trabajo en estos días, el 18 sólo hago esta foto justo al salir de casa
19 de enero.
el 20 se acabó la celebración.
el 21 más ramas peladas, sale el sol coloreando...
el 22 me mira fíjamente este señor en el metro.
qué pereza el día 23, salir de la cama, frío tras los cristales.
a madrid en el bus el día 24.
el 25 retenido por las luces de colores
más arte reciclado el día 26
película casera para el día 27
el 28 mucho trabajo otra vez, se me olvida la foto. hago esta desde la sempiterna ventana que me gusta porque se ve lo de dentro y lo de fuera
trabajo y trabajo, camino de la oficina el 29
cafetito para despertarme el día 30.
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