domingo, 24 de febrero de 2013

PROEZAS



El día de mi cumpleaños alcancé la impresionante cifra de 10.000 pitillos no fumados desde aquel lejano 11 de diciembre de 2011 en el que conseguí dejarlo. Y ahí no queda eso, sino que en este blog también pasan ya de las 10.000 visitas. Todo un éxito, bueno, casi, porque me cuentan las estadísticas que la gran mayoría de las visitas que recibo son de los EEUU, lo cual y puestos a analizar, significa que entran en el blog por pura casualidad dando a la flechita de siguiente blog. Ciertamente los comentarios a mis entradas son tan escasos que prefiero no pensar en ello.
 

Y no pienso en ello y sigo intentando crearme (y creérmelo) una vida apasionante para contarla por aquí aunque sea a golpe de fotografías  y algún cuento, y soltándolo aquí con toda la relevancia que eso tiene, que este blog es público (jajaja).

Tan pocos son ya los momentos espectaculares de mi vida que convierto un encuadre o una mezcla de colores en algo excepcional y voy y le hago la foto, y lo mejor de todo es que durante unos instantes ese descubrir algo que me hace buscar el móvil para tomar la foto, me siento realmente bien y lleno de vida, de inquietud, de ganas. 


A finales del año pasado me compré un calendario meteorológico. Cada día del nuevo año debería ir pintando una de sus 365 hojas con un color determinado, dependiendo de si había llovido, nevado, hecho sol, estuviera nublado, etc. La idea me encantó, pero no llegué a sacar el calendario de la funda y ahí se ha quedado quizá para el año que viene. Lo que sí sucedió es que eso dio pie a que me propusiese hacer una foto diaria y ya ha llegado la hora de poner las del primer mes. Con la vida esta que llevo, de casa al trabajo y del trabajo a casa es una tristeza cuando las ves y te das cuenta de que, joder, la foto de hoy es igualita que la del martes de la semana pasada. 

He aquí pues mis primeros 31 días del año.

  día uno, una de las múltiples vistas desde una ventana de casa


el día 2, esperando el metro.


dia 3 primeros rayos de sol, camino del trabajo. 


el día 4 heló.


el 5 estuve currando un poco desde casa.


el día 6 lucía el sol en la terraza de una amiga.


el día 7 la niebla, a este paso puedo ir coloreando las hojas del arbol meteorológico jejeje


  salgo de casa el día 8


el día 9 descubro nueva gente que hace virguerías, simples, geniales...


  llega el 10 con más niebla en mi ventana



el 11 me encuentro con el violinista del metro, descalzo toca mucho mejor.


el día 12 flipo con mis vecinos felinos


   y el 13 sigo flipando con el caleidoscopio


 el 14 que es mi cumple, me pongo serio y voy al gimnasio


amaneciendo el día 15, los aviones no duermen
 

 día 16 de enero, gris y neblinoso, me flipan los desnudos entramados de las ramas, se nota


el 17 a trabajar otra vez. el sol doraba esa escultura de aluche 


cuánto trabajo en estos días, el 18 sólo hago esta foto justo al salir de casa




19  de enero.


 el 20 se acabó la celebración.


 el 21 más ramas peladas, sale el sol coloreando...


 el 22 me mira fíjamente este señor en el metro.


qué pereza el día 23, salir de la cama, frío tras los cristales.


 a madrid en el bus el día 24. 

el 25 retenido por las luces de colores

más arte reciclado el día 26

película casera para el día 27


 el 28 mucho trabajo otra vez, se me olvida la foto. hago esta desde la sempiterna ventana que me gusta porque se ve lo de dentro y lo de fuera

 trabajo y trabajo, camino de la oficina el 29


cafetito para despertarme el día 30.


letras heladas para acabar el mes, el 31 de enero.